El 164 Quadrofoglio estaba considerado como una de las berlinas de lujo más rápidas y eficaces del panorama europeo. Dotado únicamente de tracción delantera, gozaba de un bastidor impecablemente puesto a punto, que le permitía asimilar sin problemas los 230 CV de su imponente motor sin tener que recurrir a sistema de control de tracción alguno. Pero un mercado tan competitivo como el actual, obliga a las marcas de automóviles a evolucionar sus productos día a día para distinguirse y mantenerlos plenamente vigentes frente a sus rivales. Por eso, Alfa Romeo, inmersa en un admirable proceso renovador, ha decidido aprovechar la experiencia adquirida con el Proteo, prototipo presentado en 1991 (ver AUTOMOVIL n. 161), con el objetivo de desarrollar un sistema de tracción total para su buque insignia. En este sentido, el trabajo fue realizado en colaboración con Steir Puch. consumado especialista en transmisiones de este tipo. Denominado Viscomatic, el sistema de tracción a las cuatro ruedas que se emplea en el nuevo 164 Q4 basa su funcionamiento en la acción de un diferencial central de acoplamiento viscoso pilotado por una centralita electrónica. En función de una serie de parámetros controlados por ordenador, el reparto de par entre ambos ejes puede variar entre 0 y 100 por ciento. Para conseguir un comportamiento netamente deportivo y de paso mejorar la motricidad sobre firmes altaque además ofrece una extraordinaria respuesta a cualquier régimen gracias a las considerables dosis de par que desarrolla. Basta decir que a poco más de 1.200 rpm ya se obtienen algo más de 20 mkg. Tiene una entrega de potencia muy contundente, aunque suficientemente progresiva, destacando de forma apreciable en la zona alta del cuentarrevoluciones, donde emite un sonido de lo más excitante. El corte de encendido se sitúa en 7.000 rpm, aunque este fantástico motor parece estar dispuesto a seguir subiendo de vueltas. El trabajo de constante desarrollo realizado por Alfa Romeo en su veterano V6 se ha dejado notar, y prueba de ello es que, por ejemplo, en los primeros 100.000 km no hay que realizar ninguna operación de mantenimiento (ni siquiera renovar las bujías), salvo los cambios de aceite y revisión del líquido refrigerante. Aunque el peso de esta versión ha aumentado 190 kg en relación a la de tracción delantera, lo cierto es que las prestaciones no se han visto excesivamente penalizadas. Unicamente se aprecia una notable disminución en velocidad puntase han perdido casi 10 km/h. mientras que en aceleraciones no hay diferencias dignas de mención. La explicación hay que buscarla en el óptimo rendimiento que se obtiene del motor con el cambio de seis velocidades, que con un escalonamiento muy cerrado y un grupo final bastante cortola velocidad punta se obtiene muy por encima del régimen de potencia máxima, aprovecha mucho mejor la potencia disponible que el de cinco velocidades que equipaba la versión de dos ruedas motrices. Para terminar de redondear las cosas, la fabulosa caja Getrag, aunque dura de accionar, ofrece un manejo rápido y muy preciso, permitiendo realizar las inserciones en un tiempo mínimo. Al igual que la versión de tracción delantera, el 164 Q4 monta una suspensión de control electrónico con dos posiciones. «Auto» y «Sport». Con el interruptor en «Auto» se dispone de un tarado de amortiguación relativamente blando, aunque si el sistema detecta fuertes aceleraciones, tanto longitudinales como laterales, o cuando se circula a velocidades altas, el sistema va endureciendo la suspensión para adecuarla a las circunstancias. Cuando se adopta la modalidad «Sport» se obtiene un reglaje de la amortiguación sumamente duro, ideal para practicar una conducción deportiva. Sin embargo, en una utilización más burguesa resulta demasiado enérgica y es preferible por tanto seleccionar la posición automática, con la que se obtiene un excelente compromiso entre confort y estabilidad. El 164 Q4 es desde luego un automóvil que entusiasma. Porque parece increíble que con su tamaño y un peso de 1.700 kg pueda resultar tan ágil y eficaz en cualquier tipo de escenarios. En carreteras rápidas y autovías, donde generalmente este tipo de berlinas potentes se encuentran en su salsa, es posible encontrar rivales como por ejemplo los Audi S6, BMW M5 y 540 y Mercedes S500, que pueden llegar a hacerle sombra, pero siempre a costa de un desembolso económico muy superior. Ahora bien, cuando la carretera se estrecha, comienzan las curvas y hay que sacar a relucir la manejabilidad y la facilidad de conducción, únicamente un conductor muy avezado a los mandos de un BMW M5 o de un 540 con cambio manual y suspensión deportiva podría plantar cara al Q4. Eso, contando, claro está, con que el asfalto se encuentre totalmente seco y limpio. Y es que parece mentira el enorme partido que se le puede sacar a este automóvil. Su equilibrado bastidor, los enormes neumáticos direccionales de 16" y la tracción total imponen un límite de adherencia altísimo, permitiendo un paso por curva a una velocidad muy elevada sin que el coche haga un mal gesto. Con la suspensión en la posición más dura, el tren delantero atiende de forma inmediata a la mínima solicitud con el volante, y el coche vira plano abordando las curvas con una precisión espectacular. Muy neutro de reacciones, el Q4 avisa al límite con un ligero subviraje a la entrada de los giros. algo que se acentúa en los más lentos y que se puede convertir en un suave deslizar de la zaga si modulamos con el acelerador en apoyo. Es. desde luego, un coche con un comportamiento capaz de cautivar a los conductores más exigentes.
Incluso en circuito, donde la mayoría de los automóviles se ponen en evidencia, el Alfa 164 Q4 ha sido capaz de demostrar un altísimo nivel rodando a ritmo de carreras. El bastidor nos ha confirmado un equilibrio, una nobleza y una progresividad de reacciones que no esperábamos en un coche de estas características. Y algo parecido se puede decir de los frenos, aunque lógicamente éstos terminan perdiendo algo de mordiente cuando se les exige a fondo, pero nunca llegan a desfallecer del todo. En lo que al aspecto exterior se refiere, no existe ninguna diferencia con respecto a la versión de dos ruedas motrices, salvo el anagrama que identifica al Q4. La preciosa carrocería del 164, adornada con los aditamentos aerodinámicos específicos del Quadrofoglio, resulta sumamente atrayente y espectacular, en lo que también influyen las preciosas llantas de aleación Speedline. El interior, por su parte, tampoco aporta novedades, dado que el lujo, la buena terminación y el completo equipamiento siguen siendo las notas destacables. Estamos pues ante un automóvil de altísimo potencial, que destaca por su ex-cepcional comportamiento y por una impresionante facilidad para circular a ritmo de vértigo con total seguridad. Un coche para entusiastas, para amantes a la conducción deportiva en su más pura esencia que no estén dispuestos a renunciar por ello al confort, al lujo y al poder de representación de una berlina de alta gama.
Juan Collin
